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Contribuye a la buena circulación de la sangre.

El Ajo (Allium sativum L.) es una hortaliza de la familia de las amarilidáceas. La parte activa de esta hierba son los bulbos, una fuente de aminoácidos azufrados (unas sustancias proteínicas que contienen azufre como mineral antioxidante y de efecto antiséptico).

Tradicionalmente, el ajo se ha utilizado como hipolipemiante (ayuda a reducir los ácidos grasos circulatorios y combatir el colesterol y los triglicéridos), antiagregante plaquetario (favorece una correcta circulación sanguínea), vasodilatador periférico (con efecto hipotensor), antimicrobiano (contra bacterias, hongos y virus) y antihelmíntico (principalmente para combatir parásitos intestinales). También se ha constatado su uso popular para combatir estados inflamatorios y degenerativos osteoarticulares.

PRINCIPALES INDICACIONES:

• Rebaja los lípidos sanguíneos.
• Fluidifica la sangre.
• Actúa como antimicrobiano de amplio espectro.
• Elimina los parásitos intestinales.
• Ayuda a reducir las inflamaciones articulares.