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Considerado uno de los más antiguos del mundo, el carasau es un pan típico de Cerdeña, originario de Barbagia, también conocido con el nombre de carta musica. Este nombre hace referencia al ruido característico que hace el pan al partirlo y masticarlo. El pan Carasau conserva la verdadera esencia de Cerdeña. Habla de un pueblo austero pero hospitalario y de su dignidad hasta en los momentos menos felices. El origen del pan carasau está envuelto en las brumas de la leyenda, al igual que el de los nuraghi, y algunos creen que se debe buscar en los países árabes.

Se sabe ciertamente que los pastores, durante largos períodos fuera de casa, con este pan ligero y nutritivo, fácil de conservar, sabían que podían contar con provisiones ilimitadas e imperecederas del "Príncipe de los alimentos". Un pan que todas las familias preparaban en grandes cantidades, a intervalos fijos, y que guardaban en espléndidos arcones, incluso durante largos períodos, como un tesoro inestimable. Un tesoro que hoy, con Sunalle, está al alcance de todos, intacto en su bondad tradicional.

Preparación

La elaboración del pan carasau, llamado sa cotta en dialecto, se divide en cuatro fases: la preparación de la masa, la levadura, la cocción y la carasatura, que da nombre al pan y consiste en una segunda cocción del mismo para tostarlo. La masa para el pan carasau está hecha de pocos ingredientes simples: sémola de trigo duro molido, agua, sal, levadura. El resto es fundamental para la preleudación: al final de esta fase se corta la masa para que pueda tener lugar la primera elaboración. La masa se extiende y se envía a la segunda levadura, después de lo cual nace el producto semiacabado: el pan lentu. Las hojas se separan con mucho cuidado y atención y se apilan para asarlas en el horno. Gracias a la sencillez de los ingredientes ya la peculiaridad de la preparación, el pan carasau aporta un alto aporte energético y una buena cantidad de proteínas, vitaminas y sales minerales.

Información de la empresa

Fonni es el pueblo más alto de Cerdeña. Este encantador pueblo de Barbagia se encuentra en la vertiente norte del Gennargentu, rodeado por un horizonte fabuloso y los picos luminosos de las montañas que dominan los grandes valles.

Aquí, el nombre de la familia Urrai y la elaboración del pan típico están ligados desde hace mucho tiempo: todos conocen la gran experiencia de Sunalle, el antiguo horno. En 1991, Sara y María deciden que, además de ser cuñadas, pueden ser socias y llevar a cabo un proyecto común. Gracias a la energía emprendedora de Antioco, el marido de Maria, se hacen cargo de un antiguo horno en Fonni, dando vida a una empresa familiar que ha ido evolucionando con el tiempo hasta convertirse en la empresa líder en la producción de pan Carasau en Cerdeña.

Gracias al apoyo del marido de Sara, Fabrizio, la empresa ha puesto en marcha varios proyectos para la industrialización de los procesos productivos respetando la tradición de un pan emblemático de la isla.