Caléndula oficinalis: Planta originaria del sur de Europa con excelentes propiedades medicinales. A partir de sus flores se obtiene el conocido aceite de caléndula, con excelentes propiedades cosméticas.
Este aceite es rico en fitoesteroles, saponinas, triterpenos y beta carotenos que confieren al mismo propiedades hidratantes, calmantes, emolientes y suavizantes. Haciendo en general que nuestra piel luzca más tersa y suave.
Además éste posee una notable acción antiinflamatoria, antiséptica y cicatrizante.
Cicatrizante ya que potencia la granulación y epitelización de la piel dañada, estimulando la síntesis de glucoproteínas, nucleoproteínas y colágeno. Además parece que estimula la angiogénesis en el tejido dañado.
Antiinflamatoria por acción de los triterpenos que desinflama y favorece la eliminación de los edemas, mejorando por tanto la circulación cutánea.
Su aplicación externa favorece la regeneración de la piel, refrescándola y calmando las más delicadas y sensibles.
También ayuda a disminuir la grasa en caso de pieles acnéicas.
Recomendaciones de uso: Aplicar 1-2 veces al día facial y/o corporalmente con la piel limpia masajeando suavemente hasta su total absorción.