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El invierno era seco y una primavera muy temprana nos sorprendió cuando terminamos de podar y anudar. El comienzo de la temporada fue, en ese momento, extremadamente temprano. Sin embargo, el clima se ha enfriado desde finales de enero y en un mes hemos encontrado niveles de madurez más consistentes. En busca de perfiles frescos en nuestros vinos blancos, decidimos cosechar nuestras uvas temprano, comenzando a mediados de febrero para los blancos y la primera mitad de abril para los Malbecs y Cabernets. La cosecha 2015 se caracteriza por una larga y bella acidez y una gran frescura aromática.