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En esta nueva gama salada, podrá descubrir la combinación gourmet de nuestro saber hacer y el de la casa Marc Peyrey
Empecemos por el ingrediente básico, el tomate
Obtenidos gracias a un proceso de transformación único desarrollado desde 1988, los tomates se secarán lenta y delicadamente. ¿El objetivo? Para conservar los sabores y la suavidad de la fruta.
¿Cuándo es ahora?
¿Qué pasa ahora con nuestros aceites?
Nuestro aceite se obtiene gracias a un método de fabricación ancestral que se divide en 3 etapas.
Nuestro aceite se obtiene gracias a un método de fabricación ancestral que se divide en 3 etapas
La primera consistirá en triturar nuestros granos de avellana que no es otra cosa que el fruto sin cáscara. Nuestras picadoras tardarán aproximadamente una hora y media en realizar este trabajo.
El segundo paso es la trituración de los granos
Después de esto, aparecerá una pasta lisa, señal de que se puede recoger para pasar a la segunda fase del procesado.
Pasta lisa
Ahora viene la parte más importante de nuestro proceso de fabricación: el calentamiento.
El proceso de fabricación es muy sencillo
En una sartén de hierro fundido, la pasta se calentará lentamente para revelar los sabores del praliné de avellana.
La pasta se calentará lentamente para revelar los sabores del praliné de avellana
Una vez que la pasta se ha cocinado hasta el punto de perfección, se puede proceder a la extracción del aceite.
Aceite de oliva
Envuelto en telas especiales conocidas como "scourtins" y ayudado por un gato hidráulico y sus 40 toneladas de presión, nuestro preciado elixir de color dorado será liberado.
Ahora que ya tenemos los dos ingredientes principales de nuestro producto, llega la fase de combinar los sabores.
Los pétalos se sumergirán delicadamente a mano uno a uno en el aceite de avellana para que se produzca la magia del sabor.
Después de esto, no será necesaria ninguna otra manipulación. Esto nos permite ofrecerle un producto sencillo pero bueno!
Nuestros pétalos de tomate seco con aceite de avellana revelan la complejidad aromática del tomate y la exquisitez de la avellana.
En tu día a día puedes utilizarlas para aportar sol a tus ensaladas, a tus tartas saladas o por ejemplo como aperitivo en una tostada para sorprender a tus invitados.
En tu día a día puedes utilizarlas para aportar sol a tus ensaladas, a tus tartas saladas o por ejemplo como aperitivo en una tostada para sorprender a tus invitados
Usarlas está bien, pero ¿cómo guardarlas?
Antes de abrir, sin estrés, tienes 24 meses. Una vez abiertos, deben conservarse en el frigorífico durante un máximo de 2 semanas, siempre que los pétalos estén completamente cubiertos con sus aceites.
La mejor forma de almacenarlos es utilizarlos
Consejo de nuestro chef: no tire nuestro aceite de avellana y reutilícelo para aliñar sus platos. Por ejemplo, se puede utilizar para añadir un toque delicioso a una ensalada de zanahoria rallada
¿Ansioso por descubrir esta pepita aromática? No lo dudes más
