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Sin gluten
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La mandarina sin semillas Satsuma puede que sea sólo una más de las variedades de mandarinas que existen, pero se caracteriza por ser la más sabrosa. Cultivadas en Marruecos, esta fruta de tamaño reducido confiere a Royal Marmalade un sabor dulce y delicado.
No contiene alérgenos.
La mermelada Belberry de mandarina se distingue por la selección de frutas cuidadosamente elegidas que provienen de Marruecos.
La mandarina sin semillas Satsuma puede que sea sólo una más de las variedades de mandarinas que existen, pero se caracteriza por ser la más sabrosa de todas. Cultivadas en Marruecos, esta fruta de tamaño reducido confiere a Royal Marmalade un sabor dulce y delicado.
El origen de la marca Belberry se remonta a 1956, donde en un pueblecito de Bélgica se empezó a elaborar una mermelada artesanal para los habitantes de aquella pequeña comarca. Más tarde, y debido al éxito obtenido, el hijo de aquel artesano decidió llevar sus mermeladas más allá de las fronteras belgas y ahora... podemos encontrarlas en las mejores tiendas gourmet de todo el mundo.
Su fabricación es puramente artesanal, nada puede competir con el color perfecto de las mermeladas y confituras hechas en casa, confeccionadas cuidadosamente con las mejores frutas y los más finos azúcares.
La mandarina sin semillas Satsuma puede que sea sólo una más de las variedades de mandarinas que existen, pero se caracteriza por ser la más sabrosa. Cultivadas en Marruecos, esta fruta de tamaño reducido confiere a Royal Marmalade un sabor dulce y delicado.
No contiene alérgenos.
La mermelada Belberry de mandarina se distingue por la selección de frutas cuidadosamente elegidas que provienen de Marruecos.
La mandarina sin semillas Satsuma puede que sea sólo una más de las variedades de mandarinas que existen, pero se caracteriza por ser la más sabrosa de todas. Cultivadas en Marruecos, esta fruta de tamaño reducido confiere a Royal Marmalade un sabor dulce y delicado.
El origen de la marca Belberry se remonta a 1956, donde en un pueblecito de Bélgica se empezó a elaborar una mermelada artesanal para los habitantes de aquella pequeña comarca. Más tarde, y debido al éxito obtenido, el hijo de aquel artesano decidió llevar sus mermeladas más allá de las fronteras belgas y ahora... podemos encontrarlas en las mejores tiendas gourmet de todo el mundo.
Su fabricación es puramente artesanal, nada puede competir con el color perfecto de las mermeladas y confituras hechas en casa, confeccionadas cuidadosamente con las mejores frutas y los más finos azúcares.
