La trufa se conoce desde la antigüedad, el filósofo griego Plutarco incluso creía que era producto de la acción combinada del agua, el calor y los rayos. Pero es en la Edad Media y, sobre todo, en las cortes del Renacimiento italiano donde la trufa fue reconocida como un alimento noble por excelencia.Las trufas son un hongo subterráneo, que crece cerca de las raíces de ciertos árboles a los que se denominan especies truferas, por ejemplo: el roble o la encina.La trufa no está en contacto con las raíces del árbol, se une ellas por un micelio que no percibimos. La relación entre árbol y trufa es una simbiosis, se asocian entre sí.Las trufas se encuentran debajo de la superficie a unos 20 cm de profundidad aproximadamente.Es un producto tan arraigado a la tierra que, para extraer la trufa se requiere del olfato del perro, sin ellos es imposible encontrar el hongo en su momento de maduración óptimo.Hay hasta treinta variedades comestibles de Trufa, no todas ellas con valor culinario.
La láminas de trufa de verano, variedad Tuber aestivum, en aceite de oliva virgen extra del Bajo Aragón, la conservación de la trufa en auténtico oro líquido.
Láminas de trufa de máxima calidad
Estas trufas negras de verano han sido seleccionadas minuciosamente para conseguir el producto deseado. Se han
laminado manualmente antes de ser envasadas con aceite de oliva virgen extra y un poco de sal, nada más. Nada de conservantes ni colorantes.Las láminas de trufa de verano en aceite es un
producto 100% natural que conservamos de forma tradicional, para poder disfrutar de ello todo el año.
Láminas de trufa en la gastronomía
La trufa de verano en láminas con aceite es el
condimento ideal tanto para platos fríos como calientes. Para utilizar este producto de la manera correcta, aconsejamos emplatar y dejar que la comida temple en caso de que sea un plato caliente. Una vez deje de estar muy caliente
se colocan encima las láminas de trufa junto con un toque de su propio aceite ya aromatizado para condimentar justo antes de llevar los platos a la mesa. Son esos pequeños detalles los que cambian por completo el sabor de un plato.Es el producto perfecto para acompañar pastas, ensalada e incluso para tapas acompañadas de alguna cerveza. Estas láminas de trufa de verano con aceite también son el
acabado decorativo perfecto para platos de pescados blancos y para platos de carne.Esta variedad de trufa negra de verano es de
sabor suave y ligero. Aún así su aroma es inconfundible y es capaz de impregnar una elaboración perfectamente, de forma equilibrada, como todo producto natural.Se puede
conservar en un lugar fresco y seco durante 4 años. Una vez se abra el envase deberá mantenerse en la nevera durante unos 3 días como máximo.