Aquí encontrarás toda la información necesaria para conocer todos los productos que ofrecemos en mentta y poder elegir como un auténtico experto.
La panela es un endulzante natural no refinado que se obtiene a partir del jugo de la caña de azúcar (Saccharum officinarum), el cual se hierve y se solidifica sin pasar por procesos de refinamiento o centrifugado. A diferencia del azúcar blanco, la panela conserva sus nutrientes y minerales. En distintos países se conoce con otros nombres, como piloncillo en México, rapadura en Brasil o chancaca en Perú y Chile.
La panela varía según su forma, textura y color:
Panela en bloque: La más tradicional, se vende en piezas sólidas que se pueden rallar o disolver.
Panela granulada: Versión en polvo, más fácil de disolver en bebidas y recetas.
Panela oscura: Tiene un sabor más intenso y un color más oscuro debido a una mayor concentración de melaza.
Panela clara: De color más amarillo o dorado, con un sabor más suave.
Panela orgánica: Producida sin químicos ni pesticidas.
Tipos de azúcar y otras alternativas - blog mentta
La panela se produce principalmente en países con una fuerte tradición en el cultivo de caña de azúcar:
Colombia: Uno de los mayores productores y consumidores de panela en el mundo.
Ecuador: Produce panela artesanal de alta calidad.
Perú: Se conoce como "chancaca" y es usada en muchos postres.
México: Llamada "piloncillo", es un ingrediente esencial en la gastronomía mexicana.
Brasil: Se produce con el nombre de "rapadura".
Venezuela y Costa Rica: También tienen una fuerte producción.
India: La panela es similar al "jaggery", ampliamente utilizado en la cocina india.
La panela es muy versátil en la cocina y se puede consumir de diversas maneras:
En bebidas: Se disuelve en agua caliente o leche para hacer "agua de panela", tradicional en Colombia. También se usa para endulzar té y café.
En postres y dulces: Se emplea en recetas como natillas, bizcochos, galletas y flanes.
En jugos y batidos: Endulza jugos naturales sin necesidad de azúcar refinada.
En salsas y platillos salados: Se usa en guisos y adobos, especialmente en la cocina asiática y latinoamericana.
En caramelos y golosinas: Se usa para hacer dulces artesanales.
En panadería: Se mezcla con harinas para hacer panes más saludables.