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La moringa es una planta originaria del norte de India, conocida científicamente como Moringa oleifera. Es famosa por su increíble perfil nutricional y sus múltiples aplicaciones medicinales. A menudo se le llama "el árbol de la vida" debido a sus innumerables beneficios para la salud. De la moringa se utilizan las hojas, flores, semillas y raíz, pero lo más común es consumir las hojas secas o frescas.
La moringa es rica en nutrientes y compuestos bioactivos que aportan diversos beneficios para la salud:
Aunque el Moringa oleifera es la variedad más conocida y utilizada, existen otras especies con propiedades similares pero en menor medida:
Moringa stenopetala: Conocida como "moringa etíope", es muy apreciada en el cuerno de África por su resistencia a condiciones climáticas extremas.
Moringa peregrina: También conocida como moringa de las palmas, se encuentra principalmente en el norte de África y el Medio Oriente.
Moringa drouhardii: Originaria de Madagascar, con menos uso comercial pero igualmente rica en nutrientes.
La moringa se cultiva principalmente en países tropicales y subtropicales debido a su capacidad para crecer en climas calurosos y secos. Los principales productores incluyen:
India: El mayor productor y consumidor de moringa, especialmente en sus zonas rurales.
Bangladesh: Un gran productor, especialmente en la región de Khulna.
Malasia: La moringa se cultiva en grandes cantidades debido a sus beneficios nutricionales y medicinales.
Sudáfrica: Ha comenzado a cultivar moringa en los últimos años debido a su demanda global.
Egipto: Produce moringa de calidad, principalmente para exportación.
Kenia: Está incrementando su producción y exportación debido a la creciente demanda mundial.
México: Produce moringa, especialmente para uso en suplementos y cosméticos.
La moringa se puede consumir de varias maneras, tanto en polvo como en forma de té o aceite:
En polvo: Es la forma más común y fácil de agregar moringa a tu dieta. Se puede añadir a batidos, jugos, sopas o yogur.
En cápsulas o tabletas: Ideal para quienes buscan una opción rápida y dosis controlada.
En té: Las hojas secas pueden infusionarse en agua caliente, creando un té con propiedades antioxidantes y relajantes.
En cocina: Las hojas frescas se pueden usar en ensaladas, sopas, guisos y curries.
Aceite de moringa: Se obtiene de las semillas y es popular en cosmética y para masajes.
Con semillas: Las semillas también se consumen, aunque su sabor es más fuerte. Se pueden comer crudas, tostadas o utilizadas para purificar el agua.