Aquí encontrarás toda la información necesaria para conocer todos los productos que ofrecemos en mentta y poder elegir como un auténtico experto.
El aceite de oliva, un básico de la cocina mediterránea, se obtiene a partir del jugo de los frutos del olivo, las aceitunas. Perteneciente a la familia de las Oleáceas, el aceite de oliva destaca por su aroma y sabor especiales, su versatilidad y su papel nutricional en la gastronomía global.
¿Propiedades del AOVE? Todo sobre el oro líquido - Blog mentta
Tipos de aceite, maridaje y otras grasas - Blog mentta
La industria del aceite evoluciona constantemente., y existen numerosas variedades de aceite de oliva, dependiendo las diferentes cepas de aceituna, regiones productoras…
Aceites españoles, ¿Conoces las distintas variedades? - Blog mentta
España es líder mundial en la producción de aceite de oliva, ocupando el primer puesto con una producción anual significativa. Andalucía se destaca como la principal región productora, seguida por otras áreas como Castilla-La Mancha. La presencia internacional del aceite de oliva lo posiciona como un pilar esencial en la cocina que contribuye al bienestar.
La Denominación de Origen (DO) del aceite de oliva es un distintivo de calidad y autenticidad que destaca la procedencia y las características únicas de este preciado alimento. Al igual que los vinos, el aceite de oliva puede llevar consigo la certificación de una Denominación de Origen, garantizando a los consumidores su autenticidad y la adhesión a estándares de producción específicos.
En España, diversas regiones han obtenido la Denominación de Origen que asegura la calidad de sus productos. Entre las más destacadas se encuentran:
El azafrán es una especia obtenida de los estigmas de la flor del Crocus sativus, conocida comúnmente como el azafrán común. Esta planta, que pertenece a la familia de las iridáceas, florece en otoño y se cultiva principalmente en regiones con climas mediterráneos. Cada flor produce solo tres estigmas, lo que hace que la recolección sea laboriosa y, por ende, el azafrán sea uno de los ingredientes más caros del mundo. Su característico color rojo intenso, su aroma floral y su sabor terroso lo convierten en un condimento muy apreciado en la gastronomía de diversas culturas.
Propiedades del azafrán ¿las conocías? - Blog mentta |
El azafrán no solo es un ingrediente destacado en la cocina, sino que también ofrece una serie de propiedades nutricionales que lo convierten en un alimento beneficioso:
Compra comida online directamente del productor a tu mesa | mentta.com
El azafrán se cultiva en varias regiones del mundo, pero los principales países productores son:
España es reconocida por la calidad de su azafrán, y varias regiones cuentan con Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) que garantizan la autenticidad y calidad del producto:
El azafrán se utiliza principalmente como un potente condimento en la cocina. Su capacidad para aportar no solo color, sino también un sabor profundo y sutil a los platos, lo hace indispensable en diversas recetas. Algunos de los usos más comunes incluyen:
El azafrán es un ingrediente excepcional que no solo embellece los platos con su color y sabor únicos, sino que también aporta una variedad de beneficios nutricionales. Su cultivo, recolección y uso culinario son parte integral de la cultura gastronómica de muchas regiones, especialmente en el Mediterráneo. Con su rica historia y calidad, el azafrán seguirá siendo un tesoro en la cocina global y un símbolo de la rica tradición culinaria que ha perdurado a lo largo de los siglos
El ketchup, también conocido como cátsup en algunas regiones, es una salsa espesa y de color rojo intenso que se consigue principalmente de tomates, vinagre, azúcar y especias.
Y aunque su elaboración parece sencilla, la receta de ketchup varía según la región o la marca que lo produce.
Además de los ingredientes básicos, las marcas meten conservantes y aditivos para alargar la vida útil del producto.
Si prefieres opciones más naturales, existen marcas que hacen ketchup sin azúcares añadidos o con ingredientes orgánicos.
Echa un vistazo a todos estos ketchups de calidad.
Los orígenes del ketchup se remontan a China alrededor del siglo XVII, donde se preparaba una salsa a base de pescado fermentado llamada "ke-tsiap". Esta salsa se utilizaba como un condimento para carnes y pescados y su sabor salado gustaba mucho.
El "ke-tsiap" llegó a Europa gracias al comercio en el siglo XVIII, pero los europeos adaptaron la receta para usar otros ingredientes más locales.
Fue en Inglaterra y los Países Bajos donde empezaron a experimentar con la salsa, reemplazando el pescado por otros productos como los champiñones, las nueces y la carne.
Sin embargo, la versión moderna del ketchup a base de tomate se creó en Estados Unidos a mediados del siglo XIX.
Hoy en día, el ketchup es uno de los condimentos más consumidos en el mundo, con millones de botellas que se venden cada año.
Aunque el ketchup a veces es objeto de críticas por su contenido de azúcar, si lo tomas con moderación tiene algunos beneficios:
A la hora de elegir un buen ketchup, ten en cuenta los siguientes aspectos:
Aunque a veces se confunden o se usan indistintamente, el ketchup y la salsa de tomate son dos productos diferentes, tanto en su preparación como en su sabor y usos.
Ambos tienen como base el tomate, pero hay varias diferencias clave entre estos dos condimentos:
Ketchup: El ketchup es una salsa espesa y dulce que contiene una mezcla de tomate, vinagre, azúcar y especias. Algunas de las especias más comunes que se añaden al ketchup son cebolla, ajo, clavo, canela y pimienta. El sabor del ketchup es dulce, ácido y ligeramente especiado.
Salsa de tomate: Por otro lado, la salsa de tomate es una preparación más simple y menos procesada que se elabora principalmente con tomates frescos o en puré, aceite de oliva, sal y, en algunos casos, hierbas como albahaca, orégano o ajo. La salsa de tomate es mucho más natural y menos dulce que el ketchup. Tiene un sabor más suave y menos ácido.
El ketchup es mucho más espeso y tiene una textura gelatinosa por los ingredientes como el azúcar, el vinagre y las especias.
En cambio, la salsa de tomate es más líquida y tiene una textura más fluida.
El ketchup suele usarse como acompañante o condimento en comidas rápidas, como hamburguesas, perritos calientes, patatas fritas, nuggets de pollo y pizzas.
La salsa de tomate, por otro lado, se usa con elaboraciones más complejas, como base de salsas para pastas, para cocinar carnes (por ejemplo, en guisos o estofados) o como cobertura para pizza. También es perfecta para hacer salsas caseras y platos como las albóndigas o las lasañas.
Aunque ambos productos son bastante bajos en calorías, la salsa de tomate es una opción más saludable por tener menos contenido de azúcar.
El ketchup contiene una buena cantidad de azúcar para equilibrar la acidez del tomate, mientras que la salsa de tomate, en su forma más pura, no tiene azúcares añadidos.
El ketchup tiene una vida útil más larga que la salsa de tomate, sobre todo por la adición de vinagre y azúcar, que actúan como conservantes naturales.
En cambio, la salsa de tomate casera suele tener una vida útil más corta, a menos que se utilicen conservantes o se almacene en frascos sellados.
Con su versatilidad, sabor único y algunos beneficios nutricionales, el ketchup es un buen condimento para nuestros platos.
Y en mentta tenemos una variedad enorme de ketchups.
¿Te animas a ver todo nuestro catálogo?
Aquí para ver ketchups de calidad
La mayonesa, o mahonesa como también se le conoce en España, es una salsa emulsionada fría elaborada a base de huevo entero y aceite vegetal batidos.
El origen de la mayonesa es un tema muy debatido entre historiadores gastronómicos:
Echa un vistazo a todas estas mayonesas de calidad.
La mayonesa es una salsa rica en grasas, principalmente provenientes del aceite utilizado en su elaboración.
Su perfil nutricional varía dependiendo de los ingredientes que uses, pero en líneas generales, una porción de 15 gramos (aproximadamente una cucharada) aporta:
La mayonesa casera elaborada con aceites saludables como el de oliva virgen extra es una opción más sana que las versiones comerciales, que en algunos casos contienen aceites refinados, conservantes y aditivos.
Además, es una fuente de grasas saludables, necesarias para la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E y K).
Sin embargo, por su alto contenido calórico y de grasas, se recomienda consumirla con moderación, sobre todo en dietas para la pérdida de peso o en personas con problemas cardiovasculares. Lo mejor es usar versiones caseras o light como alternativas más equilibradas.
Preparar mayonesa en casa es súper sencillo. Aquí te dejamos la receta tradicional:
Ingredientes:
Preparación:
Consejos para prevenir: Para conseguir una buena emulsión, te recomendamos que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente. Además, conserva la mayonesa en tu frigorífico un máximo de 2-3 días (no más, ya que tiene huevo crudo). Finalmente, si la mayonesa se corta, es decir, si el aceite y el huevo no llegan a emulsionar, puedes intentar arreglarla agregando otra yema y batiendo de nuevo.
La versatilidad de la mayonesa permite montar variantes increíbles:
Cuando no tenemos tiempo para hacer mayonesa casera, el mercado nos ofrece una enorme variedad de opciones. Pero, ¿cuál elegir?
Para nosotros, una buena mayonesa es aquella que tiene ingredientes sencillos: huevo, aceite, vinagre o limón y sal. Si ves que tienen muchos aditivos y conservantes… Eliminalas de tu carrito de compra.
Otra cosa a tener en cuenta es el aceite que usen. Las mejores opciones llevan aceite de oliva o girasol alto oleico.
En mentta, tenemos muchos vendedores que venden las mejores marcas de esta salsa. ¿Te animas a echar un ojo a nuestro catálogo de mayonesas?
El tomate frito es una salsa elaborada a partir de tomates frescos, que se cocinan a fuego lento junto con otros ingredientes básicos, como aceite de oliva, cebolla, ajo y, en algunos casos, hierbas y especias.
El proceso de freír los tomates, en lugar de simplemente cocinarlos, le da una textura más suave y un sabor más concentrado.
Aunque el tomate frito casero es muy fácil de preparar, con solo unos pocos ingredientes puedes tener una salsa rica y deliciosa, en la actualidad muchas personas prefieren recurrir a versiones enlatadas o embotelladas que son igual de sabrosas.
Echa un vistazo a todos estos tomates fritos de calidad.
Además de su sabor, el tomate frito también tiene propiedades que hacen bien al cuerpo.
El licopeno, el antioxidante que le da su color rojo, se libera mejor cuando el tomate se cocina. Esto significa que el tomate frito es una gran fuente de antioxidantes, que ayudan a proteger las células de los daños causados por los radicales libres.
También tiene vitaminas como la vitamina C y vitamina A, importantes para el sistema inmunológico y la salud ocular.
Sin embargo, como en todo, es bueno consumirlo con moderación, ya que a veces el tomate frito en conserva lleva algo de azúcar o sal añadida.
Las posibilidades son casi infinitas. Aquí tienes algunas ideas sencillas:
La diferencia principal entre tomate frito y salsa de tomate radica en su proceso de elaboración, los ingredientes adicionales que se utilizan y sus usos culinarios. Aquí tienes todos los detalles.
Tomate frito. Se elabora cocinando los tomates a fuego lento con aceite (generalmente aceite de oliva virgen extra), cebolla, ajo y, a veces, algunas hierbas o especias. Este proceso de freír los tomates hace que se concentren los sabores y se consiga una textura espesa. El tomate frito tiene una cocción más larga y se obtiene una salsa más intensa y rica en sabor porque los tomates se cocinan hasta que se deshacen y su líquido se evapora.
Salsa de tomate. Por lo general, la salsa de tomate es un puré o concentrado de tomate que puede tener otros ingredientes, pero generalmente tiene una cocción más breve, dando como resultado una salsa más ligera y menos concentrada que el tomate frito.
Tomate frito. Además de los tomates, la receta de tomate frito tiene aceite, cebolla y ajo, que son los ingredientes principales para darle el sabor característico y la textura densa y rica. Dependiendo de la marca o la receta casera, también pueden meterse hierbas como albahaca, orégano o incluso un toque de azúcar para equilibrar la acidez del tomate.
Salsa de tomate. La salsa de tomate es más simple y se compone de tomates y puede llevar sal, azúcar o incluso vinagre para darle un toque de acidez y dulzura. En ocasiones, se le añaden especias y hierbas, pero no suele incluir tanto aceite o ingredientes como el tomate frito.
Tomate frito. Se utiliza principalmente como salsa base para guisos, pastas, pizzas o incluso como acompañante para platos fritos o a la plancha. Su intensidad de sabor lo hace perfecto para platos en los que se necesita una base robusta. También se usa como acompañamiento en recetas como huevos fritos o “fritos”.
Salsa de tomate. Suelen utilizarla como un acompañante más ligero para sandwiches, hamburguesas, pizzas o como base en recetas sencillas. A veces, también se usa como ingrediente en recetas más complicadas, pero generalmente no se utiliza de la misma manera que el tomate frito en platos donde se necesita una salsa más espesa.
El tomate frito es un básico que añade sabor, es práctico, fácil de usar y lleno de beneficios.
Ya sea para preparar un plato rápido o darle ese toque especial a un guiso, tener tomate frito a mano es siempre un acierto.
Si quieres un tomate frito de calidad, en mentta tenemos a tus disposición un catálogo completo de productos.