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La salsa pesto es una salsa tradicional italiana, originaria de la región de Liguria, y más concretamente de la ciudad de Génova. Su nombre proviene del verbo genovés “pestare”, que significa machacar o triturar, ya que originalmente se preparaba en un mortero, machacando los ingredientes hasta formar una pasta.
La salsa pesto clásica (Pesto alla Genovese) está elaborada principalmente con:
Es una salsa cruda, lo que significa que no se cocina, conservando todos los aromas y propiedades de sus ingredientes.
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Gracias a sus ingredientes, la salsa pesto tiene múltiples beneficios:
Antioxidante: por la albahaca y el ajo.
Anti-inflamatoria: por el ajo y el aceite de oliva.
Cardioprotectora: el aceite de oliva y los frutos secos ayudan a regular el colesterol.
Rica en grasas saludables: especialmente si se usa aceite de oliva virgen extra.
Fuente de calcio y proteínas: por el queso.
Aunque la más conocida es la Pesto alla Genovese, existen otras versiones:
Aunque es una salsa típicamente italiana, su consumo se ha internacionalizado enormemente:
Italia: principal productor y consumidor.
Francia y España: con adaptaciones locales y marcas propias.
Estados Unidos y Reino Unido: alta popularidad en cocina moderna y gourmet.
También se produce industrialmente en muchos países europeos y latinoamericanos, adaptándose a ingredientes locales.
El pesto es muy versátil. Aquí algunas formas de uso:
Con pasta (la más clásica): ideal con trofie, trenette, espaguetis o fusilli.
En paninis o sándwiches: como base o aderezo.
Con carnes o pescados: como salsa o topping.
En pizzas: en lugar de salsa de tomate o como complemento.
En ensaladas: como aliño si se mezcla con un poco más de aceite o yogur.
Como dip o aperitivo: para untar con pan, tostadas o crackers.