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La salsa carbonara es una salsa italiana clásica originaria de Roma, tradicionalmente hecha con una base de huevo, queso pecorino romano, panceta o guanciale (un tipo de tocino curado italiano) y pimienta negra. Es famosa por ser cremosa sin llevar nata, a pesar de que en muchas recetas modernas se suele añadir para darle una textura más suave.
Proteínas: El huevo y la panceta proporcionan proteínas de buena calidad.
Grasas: Debido al tocino y al queso, tiene un alto contenido en grasas saturadas, por lo que es un plato calórico.
Minerales: El queso pecorino es una buena fuente de calcio.
Sodio: Dependiendo de la cantidad de panceta y queso, puede ser alto en sodio, por lo que es importante consumirla con moderación.
Italia es el lugar de origen de la salsa carbonara y el productor principal de la versión tradicional. Es especialmente popular en Roma y otras regiones del centro de Italia.
Fuera de Italia, la receta ha sido adaptada en muchos países, pero Italia sigue siendo la referencia para su preparación original.
Preparación tradicional:
Cocina la pasta (generalmente espaguetis) al dente.
En una sartén, fríe el guanciale o panceta hasta que esté crujiente.
En un bol, bate los huevos con el queso pecorino y la pimienta.
Mezcla la pasta caliente con la panceta y luego añade la mezcla de huevo, removiendo rápidamente para evitar que el huevo se cocine y se convierta en revuelto.
Sirve inmediatamente con más queso y pimienta al gusto.