Aquí encontrarás toda la información necesaria para conocer todos los productos que ofrecemos en mentta y poder elegir como un auténtico experto.
El ketchup, también conocido como cátsup en algunas regiones, es una salsa espesa y de color rojo intenso que se consigue principalmente de tomates, vinagre, azúcar y especias.
Y aunque su elaboración parece sencilla, la receta de ketchup varía según la región o la marca que lo produce.
Además de los ingredientes básicos, las marcas meten conservantes y aditivos para alargar la vida útil del producto.
Si prefieres opciones más naturales, existen marcas que hacen ketchup sin azúcares añadidos o con ingredientes orgánicos.
Echa un vistazo a todos estos ketchups de calidad.
Los orígenes del ketchup se remontan a China alrededor del siglo XVII, donde se preparaba una salsa a base de pescado fermentado llamada "ke-tsiap". Esta salsa se utilizaba como un condimento para carnes y pescados y su sabor salado gustaba mucho.
El "ke-tsiap" llegó a Europa gracias al comercio en el siglo XVIII, pero los europeos adaptaron la receta para usar otros ingredientes más locales.
Fue en Inglaterra y los Países Bajos donde empezaron a experimentar con la salsa, reemplazando el pescado por otros productos como los champiñones, las nueces y la carne.
Sin embargo, la versión moderna del ketchup a base de tomate se creó en Estados Unidos a mediados del siglo XIX.
Hoy en día, el ketchup es uno de los condimentos más consumidos en el mundo, con millones de botellas que se venden cada año.
Aunque el ketchup a veces es objeto de críticas por su contenido de azúcar, si lo tomas con moderación tiene algunos beneficios:
A la hora de elegir un buen ketchup, ten en cuenta los siguientes aspectos:
Aunque a veces se confunden o se usan indistintamente, el ketchup y la salsa de tomate son dos productos diferentes, tanto en su preparación como en su sabor y usos.
Ambos tienen como base el tomate, pero hay varias diferencias clave entre estos dos condimentos:
Ketchup: El ketchup es una salsa espesa y dulce que contiene una mezcla de tomate, vinagre, azúcar y especias. Algunas de las especias más comunes que se añaden al ketchup son cebolla, ajo, clavo, canela y pimienta. El sabor del ketchup es dulce, ácido y ligeramente especiado.
Salsa de tomate: Por otro lado, la salsa de tomate es una preparación más simple y menos procesada que se elabora principalmente con tomates frescos o en puré, aceite de oliva, sal y, en algunos casos, hierbas como albahaca, orégano o ajo. La salsa de tomate es mucho más natural y menos dulce que el ketchup. Tiene un sabor más suave y menos ácido.
El ketchup es mucho más espeso y tiene una textura gelatinosa por los ingredientes como el azúcar, el vinagre y las especias.
En cambio, la salsa de tomate es más líquida y tiene una textura más fluida.
El ketchup suele usarse como acompañante o condimento en comidas rápidas, como hamburguesas, perritos calientes, patatas fritas, nuggets de pollo y pizzas.
La salsa de tomate, por otro lado, se usa con elaboraciones más complejas, como base de salsas para pastas, para cocinar carnes (por ejemplo, en guisos o estofados) o como cobertura para pizza. También es perfecta para hacer salsas caseras y platos como las albóndigas o las lasañas.
Aunque ambos productos son bastante bajos en calorías, la salsa de tomate es una opción más saludable por tener menos contenido de azúcar.
El ketchup contiene una buena cantidad de azúcar para equilibrar la acidez del tomate, mientras que la salsa de tomate, en su forma más pura, no tiene azúcares añadidos.
El ketchup tiene una vida útil más larga que la salsa de tomate, sobre todo por la adición de vinagre y azúcar, que actúan como conservantes naturales.
En cambio, la salsa de tomate casera suele tener una vida útil más corta, a menos que se utilicen conservantes o se almacene en frascos sellados.
Con su versatilidad, sabor único y algunos beneficios nutricionales, el ketchup es un buen condimento para nuestros platos.
Y en mentta tenemos una variedad enorme de ketchups.
¿Te animas a ver todo nuestro catálogo?